Palau Güell

Te damos la bienvenida al Palau Güell, edificio construido por Antoni Gaudí entre los años 1886 y 1890, que fue concebido como residencia de la familia Güell-López y como sala de conciertos.
El Palau Güell se sitúa en el origen de la arquitectura Art Nouveau a escala mundial. Es uno de los edificios de Gaudí mejor conservado, ya que no ha sufrido modificaciones esenciales. Observarás una concepción del espacio y de la luz innovadora, que la hace imprescindible para comprender sus obras posteriores.
Desde 1945 el edificio es propiedad de la Diputación de Barcelona, ​​que ha hecho posible la conservación, preservación y difusión. En 1984 fue inscrito en la lista del Patrimonio Mundial por la UNESCO por su valor universal y excepcional.
El industrial Eusebi Güell confió plenamente en Gaudí que, para la construcción del Palau, pudo contar con materiales de gran valor de todo el mundo y los mejores artesanos del momento. Os aconsejamos que os fijéis en el trabajo hasta el último detalle de los materiales nobles tradicionales como la piedra -presente en todo el edificio y que proviene de las canteras que tenía Eusebi Güell al Garraf-, las vidrieras, la cerámica, la madera -sobre todo los artesonados-.
La visita de la audioguía empieza en la cochera, el espacio donde la familia y los invitados aparcaban los carruajes. Después, accederás a la caballeriza, uno de los espacios más singulares que tiene la doble función de sótano y de fundamento. Los muros de carga han sido sustituidos por grandes pilares, con capiteles de ladrillo en forma de seta y sin revestir.
La parte más social del edificio es la planta noble. El interior gira alrededor del salón central, que está cubierto por una singular cúpula de estilo parabólico, tan característico en todo el edificio. En el salón tuvieron lugar actos religiosos y laicos. La importancia de la música tuvo un papel capital. A quince metros de altura, encontramos el órgano construido por el maestro organero Albert Blancafort en 2011 y que integra los tubos originales de 1888 del órgano que construyó Aquilino Amezua y del que se puede ver la consola original, en desuso. Durante la visita, escucharás el órgano cada treinta minutos, en concreto, repertorio de la época, que te permitirá transportarte en el ambiente que se vivía en el salón y experimentar la excelente acústica del espacio.
En la época de los Güell, en la azotea sólo subía el servicio para tender la ropa y la familia para enseñar las vistas de la Barcelona industrial. Esto no impidió que Gaudí hiciera volar la imaginación. En este espacio observarás como por primera vez el arquitecto concibe las chimeneas como esculturas arquitectónicas.
Deseamos que disfrutes de la visita y queremos darte las gracias de antemano, ya que buena parte del importe de la entrada va destinado a la conservación del edificio para que las futuras generaciones sigan disfrutando de esta obra.